Mi demonio y yo

Cuando siento que estoy sola no es porque crea que nadie está junto a mi. Es porque mi felicidad no coincide con la de nadie. Es porque mi tristeza no tiene razón. Es porque me dejaron sin familia y a la fuerza me trajeron a este mundo en el que no sé cómo sobrevivir.

No estoy bien y no estaré mejor jamás. Me quito la vida todos los días y el dolor me une, estrangulándome, a las personas.

Y cuando me desvisto.

Cuando me desvisto, puedo respirar.

Las reacciones de odio y provocación me hacen sentir que tiene sentido mi existencia en este lugar.  Este lugar en el que sé que no pertenezco.

Y por eso, no quiero vivir más.

Quiero ser solo esa imagen que no pertenece a nadie, ni siente que debe ser parte de algo más. Quiero morir todos los días y, desgraciadamente, soy inmortal.

Mientras todos mueren a mi alrededor, lloro y lloro, porque no los supe cuidar.

Yo no sé por qué te sigo, ni qué espero de ti porque contigo no puedo estar. Yo lloro y no siento. Protejo, pero todos morirán.

Me das nauseas, angustia, ansiedad y ganas de masturbar. Y no me gustas. A mi no me gusta nada que haya nacido en este mundo y que encima pueda caminar.

Solo me quiero desestresar. Usándote, me convierto en una más.

No quiero unirme con nadie, nunca me dejan respirar.

Odio que veas mi cuerpo,

pero es lo único que te puedo dar porque en mi habita el demonio de los que no saben amar.