MEJORES AMIGOS

Hace unos pocos meses que salimos. Salgo con dos más también, pero con ellos no tengo sexo. Y no tengo sexo con ellos porque lo tuve primero contigo. Y como ya te deje metérmela, no te puedo quitar de la noche a la mañana y sin ninguna excusa ese privilegio. En cambio, los otros pueden seguir aguantando. Tú desconfiarías de mí, te aburrirías. Y puedo perdonarme que me dejen por lo que sea, menos por aburrimiento. Felizmente los tengo a ellos dos también para pasar los días en que me sobra el tiempo. Distraerme un poco. A veces pienso que no voy a soportar mucho tiempo más sin tirármelos. Si siento que es imposible esperar un día más, tendré que desaparecer de tu vida. Escoger a uno de esos para que sea quien ahora me la meta. Y conseguir otro que te reemplace. Más de tres a la vez no hay forma.

Si tu hubieras hecho algo para que esto comience a ir en serio, yo no hubiera conseguido tantos reemplazos. Pero no entiendo qué te pasa, por qué ni siquiera me haces escenas de celos. Si es tan obvio que tengo a cientos de chicos detrás de mí. Para ser sincera igual yo no quiero ser tu chica. Yo no quiero ser mujer de nadie. Pero si comenzaba a sentir que te ponías territorial, tal vez me hubiera excitado tanto esa actitud que contigo me hubiese bastado. Pero sabes que soy engreída, que soy caprichosa, que soy inconforme e impaciente. Tú lo sabes todo, así que es tu culpa no poder ser exclusivo. Igual nunca lo sabrás, de eso se trata este juego. De  que todos crean que lo saben todo, pero que sientan que no me conocen nada.

Soy un misterio, el misterio que siempre desearon. Ellos lo piden, yo se los doy. Y así no se aburren, pero tampoco enserian porque se mueren de miedo. Los hombres nunca quieren perder. Y yo no tengo nada que perder.

Bueno, te sigo contando… ayer que te enteraste que uno de tus mejores amigos me estaba coqueteando, por fin sentí que algo te molesto un poco. Pero yo no soy adivina, sabes. A mí me lo tienes que decir. Me tienes que decir “Me dió celos porque tú me gustas.” Si no me lo dices, si nada está dicho, yo soy libre de responderle coqueteos a cualquiera así tú seas el que más me gusta. Es lo justo, ¿no? Total coquetear no significa nada más que eso. Puedo coquetear hasta con el más bruto y eso no quiere decir que me guste. Es rico sentir poder. Que yo le guste es otra historia y de eso no me hago responsable. Si no, imagínate. A los que me gustan no les hago ni ojitos, me ponen muy nerviosa.

Tú me pones nerviosa. Recuerdo cuando llegué con un chupetón. Lo que más me molesto es que pensaste que había sido apropósito, que yo te quería sacar celos. Jamás hubiera hecho algo así. Es hacer trampa. Si te saco celos, siempre será de casualidad. Me olvidé que este chico es medio infantil y que le gusta dejar huella. Desconfía demasiado de mí y eso que ni siquiera me ha cogido. ¿Cómo será si me coge? Por eso no lo permitiría. Cabe siempre la posibilidad de que se aburra después de cogerme. Que crea que cumplió su objetivo y se largue. Pero nunca me ha pasado, no sé lo que se siente que un chico se canse de ti después de tirarte. Pero lo vi en las novelas y debe ser horrible.

Ya no quiero escribirte más, seguro te quedas dormido leyendo. Al final me terminaste cansando. Hoy ya me tiré a uno de tus amigos. Y aunque la tiene bastante pequeña, es muy divertido, se viste bien, huele rico y me lleva a la playa los fines de semana. Ya siento que me gusta él. Y ahora tú me das pena.

Y el chico de chupetón vino ayer a mi parque a confesarme su amor. Y pues, lo rechacé. Yo no entiendo por qué se arriesgó a eso. Era evidente que solo lo estaba usando. Es muy niño aún. Me celaba en exceso y no quería aceptar lo templado que estaba de mí. Pobre, recién desde hace poco es mayor de edad.

Aquí en Lima todos se conocen así que da igual si te metes con el amigo, con el mejor amigo, con el enemigo del chico con el que sales o con un desconocido. Al final todos siempre se enteran de todo. Por eso, creo que cuando todo esto termine comenzaré a salir con chicos que no viven en Lima. Me molesta que la gente sepa con quien follo o que imagine que follo con alguien que solo me estoy chapando.